Que la llama de la esperanza nunca se apague durante el año 2010, y que cada uno de nosotros sepa ser la herramienta de la cual el Niño del Pesebre necesita para mantener la Esperanza, la fe y el Amor.
Con especial cariño para todos aquellos con quién compartimos mucho más que un sueño.
¡Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo!
Corporación Canto de Agua